El Gobierno abierto es una doctrina que se convierte en una política pública que maneja conceptos como: transparencia, rendición de cuentas, innovación gubernamental, participación y colaboración de los ciudadanos en la construcción de las políticas públicas.
La información y los datos gubernamentales juegan un rol fundamental, son la clave de un gobierno abierto. El manejo transparente del gasto, que no es otra cosa que rendir cuentas de lo que hace el gobernante con los impuestos de los ciudadanos, debe estar abierto a los ciudadanos para su escrutinio.
La implementación de un gobierno abierto en Querétaro es también nuestra responsabilidad de nosotros como ciudadanos, Podemos Querétaro implementar la transparencia como eje rector de nuestros gobiernos. Primero, aclaremos que transparencia nos es dar anuncios y demandas espectaculares de supuestos desfalcos de funcionarios, siempre de una administración pasada, eso lo vienen haciendo todos y no pasa nada.
Anunciar presuntos actos de corrupción de una administración pasada, se ve más como un golpe mediático para desviar la atención de algo “la caja china”, que acciones de combate a la corrupción, el gobernante no publica en donde se encuentra el desfalco, no tenemos acceso a la información completa del desfalco, cuando lo que utilizaron fue dinero público y su manejo debe ser público, parafraseando al Dr. Mauricio Merino, foro de transparencia organizado por Marcos Aguilar, ” ese paso se llama honestidad”.
En un gobierno transparente la información es de carácter público, accesible y el gobierno la ofrecen sin requerimiento la dan a conocer como una obligación. Un gobierno abierto no utiliza a los órganos estatales de acceso a la información para que justifique, `”por qué no se debe proporcionar lo que es público”.
Un gobierno transparente permite al ciudadano saber, así de simple, qué se hace con su dinero. Conocer de manera oportuna por qué se dan despidos masivos, sí los impuestos, convertidos en dinero público para que el gobierno gaste, son bien empleados: Se avecina por el escenario financiero internacional un 2016 de austeridad, es necesario saber si el dinero público es manejado apropiadamente a una época de austeridad.
Sería muy útil, orientador y formativo para la ciudadanía conocer a qué empresas nacionales e internacionales o personas recibe o se reúnen nuestros gobernantes, los temas tratados y acuerdos a que llegaron. Esto se puede conocer a través de un gobierno electrónico eficiente y seguro.
Ser un gobierno transparente significa también que yo como ciudadano pueda investigar en la página electrónica del gobierno si en la colonia donde quiero comprar una casa es segura o sí una casa hogar a la que quiero apoyar tienen denuncias de maltrato infantil o cualquier otra anomalía para poder tomar las mejores decisiones oportunas. Es por esto, que un gobierno abierto debe ofrecer la información accesible y oportuna.
Las expectativas sobre transparencia son altas, el primer paso es romper paradigmas, realizar un ajuste mental para crear funcionarios con una nueva cultura de la apertura, cultura de la transparencia. Estoy convencido y así lo creo sí el líder esta convencido y quiere un cambio lo va a lograr en un tiempo relativamente corto.
Entendemos el cambio de cultura del funcionario, cuando el gobierno acerca los asuntos públicos a la ciudadanía y crea nuevos espacios para la rendición de cuentas, la transparencias y el combate a la corrupción. Es grande el reto, el saltar de gobiernos opacos a gobiernos abiertos, claros y transparentes; esto se realiza permitiendo a los ciudadanos participar en los procesos de la toma de decisiones de los gobiernos más allá del derecho del sufragio y la obligación de pagar impuestos.
Construir un gobierno abierto implica crear indicadores sobre el proceso que recorre el gasto público, no el sólo anuncio de “se va invertir tanto dinero”, sino conocer todas las licitaciones abiertas y electrónicas, historia de la empresa, las justificaciones de asignación, los materiales, la tecnología y un comparativo con las empresas que compitieron, entre otras. Y eso se puede medir.
Tengo la plena confianza, en este momento, de que las nuevas administraciones no van por el cambio a un gobierno abierto, La corrupción y la inseguridad que vivimos en el país, en nuestro estado y ciudad están íntimamente relacionadas. Las organizaciones criminales se valen de la corrupción para conseguir el apoyo de los gobiernos para extender sus actividades delictivas, lo que deteriora la confianza, la seguridad ciudadana y lo que hoy experimentamos en algunas comunidades y/o colonias de la capital: “la gobernabilidad democrática”. Ahí el gran reto.