“Las redes de corrupción formadas por empresas
y funcionarios públicos deben ser investigadas,
perseguidas y desmanteladas”
Transparencia Mexicana
En un trabajo elaborado por Transparencia Internacional, México descendió 28 lugares en el Índice de Percepción de la Corrupción en el sector público. Es decir, México se considera más corrupto. Además, el Foro Económico Mundial nos colocó en la decimotercera posición de las naciones más corruptas del mundo y en el primer lugar de esa lista, si se excluye a los países menos industrializados.
De acuerdo con información dada a conocer por el INEGI, prácticamente la mitad de la población mayor de edad en México (50.9%) consideró que la corrupción es el segundo problema que más le preocupa, percepción que se encuentra por arriba de otras problemáticas como el desempleo y la pobreza.
Para el caso de Querétaro, en su mensaje con motivo de la clausura de la campaña “Yo no doy Mordida”, el del gobernador Francisco Domínguez reconoció que “Más del 70 por ciento de los queretanos considera que es alta la frecuencia en la que los servidores públicos comenten actos de corrupción, por lo que las administraciones públicas deben trabajar en cambiar dicha percepción”.
Esta cifra refleja una realidad incomoda, es decir, los queretanos no podemos quitarnos la idea de que la clase gobernante percibe el servicio público como un botín a repartirse. La opacidad en el manejo de los recursos es la constante, el desvío de fondos millonarios una realidad y la impunidad una consecuencia. Ahí están las denuncias de la Entidad Superior de Fiscalización, hechos concretos documentados, posiblemente por eso no nos quitamos esa idea de la cabeza. No somos mal pensados por ociosos, como algunos asumen, como botón de muestra analicemos la sospechosísima (por decir lo menos) concesión de alumbrado público a la empresa PANAVI S.A. de C.V.
PANAVI obtuvo el contrato de concesión del alumbrado público del Municipio de Querétaro hasta por 10 años, que consiste en instalar 60,573 luminarias LED en un plazo de 6 meses (que venció el pasado día 10 de enero y a estas fechas no registra ni el 10 % de avance, por cierto).
El importe de la concesión es por la cantidad de 614 millones 235 mil 236 pesos, lo que significa $ 10,140.41 (Diez mil ciento cuarenta pesos 41/100 M.N.) por LUMINARIA, si consideramos el costo razonable de una luminaria de marca reconocida en 3,500 pesos ya instalada, tenemos que la inversión requerida para el total de lámparas es de 212 millones de pesos, lo que significa que la empresa que obtuvo la concesión tiene un margen de 402 millones de pesos para el servicio de mantenimiento por 10 años.
Sin embargo, se sabe que la vida útil de las luminarias es mayor a 10 años. Es más, incluso si se tuvieran que cambiar las 60 mil 573 luminarias en los próximos diez años (algo sumamente improbable dada la vida útil de los equipos), la empresa ganadora de la concesión tendría una utilidad de 190 millones 235 mil 236 pesos, algo así como 19 millones de pesos al año o lo que es lo mismo un millón 585 mil pesos mensuales.
¿Qué negoció que implique cambiar algunas luminarias, limpiarlas y retirarles el polvo genera tan generosas utilidades? Obvio, sólo uno fraguado al amparo del poder y la opacidad.
¿Dónde firmo? Con esas utilidades yo le entro al negocio, incluso insisto si tuviera que poner 121 mil 146 luminarias en los próximos diez años. ¿Quiénes pagamos el despilfarro y el sobre precio? Claro!!! Los ciudadanos, los de siempre. Mientras tanto caras felices en el gobierno municipal y la empresa PANAVI.
¿Habrá alguna autoridad en el estado o en la federación que ponga fin al saqueo? La Entidad Superior de Fiscalización del Estado (ESFE) depende de la Legislatura, es decir, de los diputados, o sea, de los partidos políticos y sus intereses. Aunque es de reconocerse el trabajo de la ESFE en la fiscalización de las cuentas públicas, lo cierto es que los contralores en los municipios o el propio contralor estatal son muy desdeñosos con las observaciones que dicho órgano realiza y no inician o concluyen los procedimientos administrativos y acciones resarcitorias, por lo que prevalece la impunidad y por ende la voracidad de los servidores públicos.
Estamos obligados a cuestionar ¿Es justo pagar 402 millones de pesos por financiamiento y limpieza de lámparas? Desde luego que NO!!!, eso aquí y en China se llama CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD.
ACLARAMOS, no estamos en contra de modernizar y eficientar el alumbrado público, pero nos oponemos abiertamente al abuso, la corrupción y la impunidad por parte de Marcos Aguilar Vega.
¿El municipio no podría cambiar el total de luminarias en los próximos tres años con una inversión propia de 70 millones anuales? ¿En serio necesitamos dejar un pasivo (deuda soberana) de 402 millones de pesos a las próximas tres administraciones municipales?
Por si no fuera lo suficientemente desaseada esta concesión, es importante recordar que desde enero de este año venció el plazo para que PANAVI S.A. de C.V., supliera la totalidad de luminarias y su avance observado y declarado a medios por parte del Secretario de Servicios Municipales, Alejandro González Valle, no es mayor al 10 %.
¿En serio? Un negocio con utilidad de 402 millones de pesos que es incapaz de cumplir los plazos de la concesión y no hay consecuencias, ni sanciones. La lentitud en la instalación de las nuevas luminarias genera “sospechosismo” ¿Será que PANAVI no tiene dinero para financiar la compra de los equipos y los va comprando con el anticipo y pagos mensuales que le hace el municipio?
Negocio redondo con el que perdemos todos, menos los que están detrás de tan desaseada concesión. Muy orondos los funcionarios municipales no explican las bondades del boquete financiero que nos heredan, es decir, que las luminarias reforzarán la seguridad, ya que se colocarán lámparas en puntos ciegos de las colonias con mayor índice delictivo, lo que reducirá (prometen) la criminalidad.
En términos económicos explican que no se requerirá de una inversión inmediata sino diferida, además de que el uso y goce de los bienes arrendados permite que las rentas se registren como gasto operativo y no como una inversión completa en compra de activos, lo que no afecta la estructura financiera del municipio. No en lo inmediato, pero lo cierto es que se hereda un pasivo de 402 millones de pesos.
La afirmación de que se reducirá la criminalidad por el sólo HECHO de renovar las luminarias es muy frágil, este flagelo se combate con un enfoque sistémico que hasta ahora la administración municipal no ha presentado.
¿Quién gana y quién pierde? Quién defiende a los ciudadanos de este latrocinio descarado, estos sobre precios voraces, esta impunidad sistémica ¡Claro! En principio los regidores (dónde están los regidores de oposición), en segunda instancia los diputados, es decir, los partidos políticos. Ahí topamos con pared, es una red de complicidades con la que ni la ESFE puede.